Después de llenar la habitación de mierda (por cierto, como habíamos reservado una habitación de dos y no tenían, nos han metido en una habitación de 5), decidimos salir a dar una vuelta de reconocimiento donde descubrimos que Praga es una ciudad muy acogedora donde mires donde miras veras un edificio una fachada o una torre a la que prestar atención.
Paseando descubrimos el verdadero encanto de la ciudad así como capacidad para parar el tiempo y conseguir que te empapes con su historia, su cultura y sus bajos precios. Todas las calles desembocan en la plaza principal, la del ayuntamiento, que en esta estación se llena de tiendas y terrazas que ofrecen un sin fin de productos típicos y no tan típicos.
Como echamos mucho de menos España, nada mas comer tuvimos (estábamos obligadas por una fuerza mayor) que dormir una siestecita que acabo cerca de las 9 de la noche. Asique solo nos dio tiempo a cenar para luego volver a dormir hasta hoy.
Hoy ya hemos empezado a ser turistas tipical spanish. Cámara y guía en mano, hemos visitado el ayuntamiento, la plaza vieja, el precioso reloj astronómico, la opera, las innumerable iglesias y sobre todo, la ciudad judía. Entre calles estrechas y edificios infinitos se erige la ciudad judía, una especie de mundo aparte donde hay, en unos 100 metros cuadrados, aproximadamente 6 sinagogas, a cual más bonita y misteriosa. Realmente, lo que nos ha fascinado ha sido el cementerio judío, una explanada llena de tumbas colocadas de una manera irregular sin significado aparente, pero realmente cautivadora.
Hemos seguido paseando y hecho una visita por los canales de Praga en una góndola (cuyo guía era un pivon). Así, hemos descubierto un montón de curiosidades, como por ejemplo que en 2004, a las 4 de la mañana, 50.000 personas fueron desalojadas de sus viviendas por las inundaciones.
Mañana vamos a visitar el otro lado del rio donde veremos el castillo, el palacio y en definitiva, otro mundo aparte, porque aquí, cada rincón es único.
Marta&Beatriz.
sábado, 30 de junio de 2007
viernes, 29 de junio de 2007
Llegada a Praga
La noche anterior a la partida hacia Praga, hicimos la ruta del chupito que nos transportaba por numerosos bares de Berlín con una parada final en un club que cerraba al amanecer. Entre bar y bar nos ofrecían un chupito, y dentro de los bares más de lo mismo (de ahí el apodo ruta del chupito).
Para que negar que amanecimos bastante tarde y algo reticentes a abrir los ojos dado el ajetreo de la noche anterior, pero aun así, nos levantamos haciendo un gran esfuerzo para comprobar que la tormenta no había acabado. Armadas con un paraguas diseñado para media persona nos dispusimos a colarnos en el metro (donde por cierto no hay controles, así que colaros libremente) para ir nuestra adorada Alexander Platz (reconocible por su torre).
El día paso entre truenos y relámpagos, por lo que a las 22 ya estábamos metidas en la cama arropadas hasta las cejas, dispuestas a irnos a dormir ya que al día siguiente teníamos que levantarnos a las 4.30.
A partir de aquí comienza la gran muestra de habilidad de mi amiga Marta. Una vez habiéndonos colado en el metro hasta llegar a Haberdorf o algo así (estación de tren), tuvimos que reservar los asientos. Marta decidió empeñarse en que todos los trenes llevaban mesita y que ella quería un asiento con mesita, a pesar de la insistencia de la señora de que en este tren de eso no había. Una vez bajadas siete plantas hasta llegar al andén 2, nos dispusimos a buscar nuestro sitio dentro del tren. Este estaba situado en una pequeña cabinita de lo mas acogedora, que nos permitía la posibilidad de tumbarnos ocupando todos los asientos para que al dormirnos el trayecto se nos hiciera más corto. A mitad del viaje se adentraron en nuestro vagón unos señores autóctonos de la República Checa que se empeñaron en que lo más adecuado para las 10 de la mañana era tomarse innumerables chupitos de vodka que traían en una petaca, con la consiguiente invitación para que formáramos parte de su fiesta matutina.
De repente, llegamos a una estación que decía claramente Praha, pero según Marta nosotros llegábamos a la 13. 21 y esa no era nuestra parada bajo ninguna circunstancia. La pedí que confirmara la hora de llegada, y entonces vio que en realidad llegábamos a las 11.21, pero que seguro que esa NO era nuestra parada. Gracias, y repito gracias, a una señora que nos reclamaba nuestros asientos como suyos, descubrimos que aquella estación era el final del trayecto y que debíamos bajarnos en menos de un minuto si no queríamos acabar en Budapest. Con una manta en la cabeza, coca-colas rodando por el suelo, y tirando las maletas fuera del tren, logramos bajarnos.
Por si no habíamos tenido suficiente, nos tocaría coger el metro (en un idioma de lo más claro). El metro de Praha consta de únicamente 3 líneas, y vosotros os diréis es imposible perderse en ella conociendo la magnitud del metro de Madrid, pero os equivocáis. Con nuestras discretas maletas a cuestas, subimos y bajamos unas 5 veces las mismas escaleras en busca del andén B (por cierto, en este metro también nos colamos). Por fin llegamos a Namesty Republic (nuestra calle) y nos adentramos en nuestro hostal que para que os hagáis una idea, es un fiel reflejo de la película Hostel. Deshicimos las maletas y en menos de 3 minutos nuestra habitación ya parecía más confortable, es decir, estaba llena de mierda.
Lo demás, es otra historia....
Marta&Beatriz
Para que negar que amanecimos bastante tarde y algo reticentes a abrir los ojos dado el ajetreo de la noche anterior, pero aun así, nos levantamos haciendo un gran esfuerzo para comprobar que la tormenta no había acabado. Armadas con un paraguas diseñado para media persona nos dispusimos a colarnos en el metro (donde por cierto no hay controles, así que colaros libremente) para ir nuestra adorada Alexander Platz (reconocible por su torre).
El día paso entre truenos y relámpagos, por lo que a las 22 ya estábamos metidas en la cama arropadas hasta las cejas, dispuestas a irnos a dormir ya que al día siguiente teníamos que levantarnos a las 4.30.
A partir de aquí comienza la gran muestra de habilidad de mi amiga Marta. Una vez habiéndonos colado en el metro hasta llegar a Haberdorf o algo así (estación de tren), tuvimos que reservar los asientos. Marta decidió empeñarse en que todos los trenes llevaban mesita y que ella quería un asiento con mesita, a pesar de la insistencia de la señora de que en este tren de eso no había. Una vez bajadas siete plantas hasta llegar al andén 2, nos dispusimos a buscar nuestro sitio dentro del tren. Este estaba situado en una pequeña cabinita de lo mas acogedora, que nos permitía la posibilidad de tumbarnos ocupando todos los asientos para que al dormirnos el trayecto se nos hiciera más corto. A mitad del viaje se adentraron en nuestro vagón unos señores autóctonos de la República Checa que se empeñaron en que lo más adecuado para las 10 de la mañana era tomarse innumerables chupitos de vodka que traían en una petaca, con la consiguiente invitación para que formáramos parte de su fiesta matutina.
De repente, llegamos a una estación que decía claramente Praha, pero según Marta nosotros llegábamos a la 13. 21 y esa no era nuestra parada bajo ninguna circunstancia. La pedí que confirmara la hora de llegada, y entonces vio que en realidad llegábamos a las 11.21, pero que seguro que esa NO era nuestra parada. Gracias, y repito gracias, a una señora que nos reclamaba nuestros asientos como suyos, descubrimos que aquella estación era el final del trayecto y que debíamos bajarnos en menos de un minuto si no queríamos acabar en Budapest. Con una manta en la cabeza, coca-colas rodando por el suelo, y tirando las maletas fuera del tren, logramos bajarnos.
Por si no habíamos tenido suficiente, nos tocaría coger el metro (en un idioma de lo más claro). El metro de Praha consta de únicamente 3 líneas, y vosotros os diréis es imposible perderse en ella conociendo la magnitud del metro de Madrid, pero os equivocáis. Con nuestras discretas maletas a cuestas, subimos y bajamos unas 5 veces las mismas escaleras en busca del andén B (por cierto, en este metro también nos colamos). Por fin llegamos a Namesty Republic (nuestra calle) y nos adentramos en nuestro hostal que para que os hagáis una idea, es un fiel reflejo de la película Hostel. Deshicimos las maletas y en menos de 3 minutos nuestra habitación ya parecía más confortable, es decir, estaba llena de mierda.
Lo demás, es otra historia....
Marta&Beatriz
jueves, 28 de junio de 2007
Primer y segundo día en Berlín
La llegada a Berlín no fue apenas accidentada. Bajamos del tren y no entendíamos nada, porque resulta que los alemanes se creen que todo el mundo habla en strugenbajen, asique, dimos un montón de vueltas hasta que encontramos el punto de información donde tuvimos que esperar una cola infinita. Una vez habiendo pagado el mapa correspondiente, intentamos averiguar cómo se llegaba al hotel. Cogimos el metro (después de haber estado cerca de 15 minutos buscando la taquilla), pero al no entender demasiado bien las estaciones nos bajamos en una que se llamaba jänökvitz o algo así (no se parece en nada), y anduvimos otros 15 minutos bajo un sol de justicia hasta llegar al hotel (donde por cierto, no tenemos compañeros de habitación, asique no será tan divertido).
Observando el sol de justicia que nos había acompañado durante todo el camino, decidimos calzarnos los shorts para no achicharrarnos, pero claaaro ¿cómo iba a seguir haciendo sol pudiendo llover como si Noé fuera a aparecer en cualquier momento con su arca? Asique con la incesante lluvia como compañera nos dispusimos a buscar algún sitio donde comer (ya que eran las 5 de la tarde, una hora perfecta para comer aunque aquí ya estuvieran cenando), llegamos a un chino donde conseguimos descifrar el menú, porque había dibujitos, pero no al camarero (ya que este no los llevaba). Se empeño en cobrarnos un menú y una coca-cola, pero nosotras queríamos dos de todo. Marta en un alemán innato que había decidido conocer de toda la vida de dios y más allá, ¡empezó a conversar con el camarero ante mi asombro! Al final descubrí que Marta se limitaba a repetir lo que decía el camarero sin entender palabra y entremezclando francés, inglés, apanol y strujenbajen.
Seguía lloviendo, y era tarde, las 7, asique emprendimos un corto y aventurado paseo por las calles berlinesas hasta que, de nuevo, parecíamos sacadas de la ducha. Fue entonces cuando hicimos una paradita para tomar un helado, muy apetecible por el tiempo, y luego regresamos al hotel, donde un "bunch of" niños decidieron gritar, chillar, aporrear nuestra puerta y ser idiotas hasta altas horas de la madrugada (confieso que yo no me enteré, porque a las 23.30 estaba dormida). Esta mañana a sonado el despertador y la frase que me ha dedicado Beatriz ha sido, literalmente "pero tú no sabes lo que roncas joder", y después se ha dado la vuelta, como si nada, ay que ver...
Una vez duchadas y desayunadas (aunque he de confesar que primero nos equivocamos de comedor), nos dispusimos a montarnos en el metro camino de la famosa Puerta de Brandenburgo y al Reichstag. Una vez allí y habiéndonos pegado disimuladamente a un grupo guiado, volvimos a ser autónomas y guía en mano recorrimos las calles de Berlín Este. Bajamos por Unter den Linde, pasando por Bebelplatz, la isla de los museos, las embajadas, la catedral católica, la universidad de Humbolt, hasta llegar al ayuntamiento rojo. En la isla de los museos, durante las lamentaciones de Marta porque todos los carteles estuvieran en alemán, hemos conocido a una pareja de ancianitos adorables que andaban igual de estresados que nosotras a causa de este maldito idioma.
Para no variar, ha comenzado a diluviar y nos hemos refugiado en un italiano donde por fin uno de los camareros hablaba " espanolo".
Después de la comida, como no llovía, hemos paseado por las cercanías al ayuntamiento, inclusive la fuente de Neptuno donada tras la caída del muro y una iglesia(a la que no hemos entrado) con una placita encantadora llena de ositos de peluche (el símbolo de la ciudad). Aprovechando el "buen" tiempo, hemos planificado el día de mañana (veremos Berlín oeste) mientras nos gastábamos el poco dinero que tenemos en cucharitas, imanes, banderas y camisetas de Berlín. Hemos tenido mucha suerte, y justo al acabar nuestras compras ha empezado a llover, asique hemos venido al hotel donde nos encontramos ahora.
Esta noche degustaremos la fiesta berlinesa a través de un tour para guiris que parte de una placita muy cerca de aquí. Mañana más y mejor.
Marta&Beatriz
Observando el sol de justicia que nos había acompañado durante todo el camino, decidimos calzarnos los shorts para no achicharrarnos, pero claaaro ¿cómo iba a seguir haciendo sol pudiendo llover como si Noé fuera a aparecer en cualquier momento con su arca? Asique con la incesante lluvia como compañera nos dispusimos a buscar algún sitio donde comer (ya que eran las 5 de la tarde, una hora perfecta para comer aunque aquí ya estuvieran cenando), llegamos a un chino donde conseguimos descifrar el menú, porque había dibujitos, pero no al camarero (ya que este no los llevaba). Se empeño en cobrarnos un menú y una coca-cola, pero nosotras queríamos dos de todo. Marta en un alemán innato que había decidido conocer de toda la vida de dios y más allá, ¡empezó a conversar con el camarero ante mi asombro! Al final descubrí que Marta se limitaba a repetir lo que decía el camarero sin entender palabra y entremezclando francés, inglés, apanol y strujenbajen.
Seguía lloviendo, y era tarde, las 7, asique emprendimos un corto y aventurado paseo por las calles berlinesas hasta que, de nuevo, parecíamos sacadas de la ducha. Fue entonces cuando hicimos una paradita para tomar un helado, muy apetecible por el tiempo, y luego regresamos al hotel, donde un "bunch of" niños decidieron gritar, chillar, aporrear nuestra puerta y ser idiotas hasta altas horas de la madrugada (confieso que yo no me enteré, porque a las 23.30 estaba dormida). Esta mañana a sonado el despertador y la frase que me ha dedicado Beatriz ha sido, literalmente "pero tú no sabes lo que roncas joder", y después se ha dado la vuelta, como si nada, ay que ver...
Una vez duchadas y desayunadas (aunque he de confesar que primero nos equivocamos de comedor), nos dispusimos a montarnos en el metro camino de la famosa Puerta de Brandenburgo y al Reichstag. Una vez allí y habiéndonos pegado disimuladamente a un grupo guiado, volvimos a ser autónomas y guía en mano recorrimos las calles de Berlín Este. Bajamos por Unter den Linde, pasando por Bebelplatz, la isla de los museos, las embajadas, la catedral católica, la universidad de Humbolt, hasta llegar al ayuntamiento rojo. En la isla de los museos, durante las lamentaciones de Marta porque todos los carteles estuvieran en alemán, hemos conocido a una pareja de ancianitos adorables que andaban igual de estresados que nosotras a causa de este maldito idioma.
Para no variar, ha comenzado a diluviar y nos hemos refugiado en un italiano donde por fin uno de los camareros hablaba " espanolo".
Después de la comida, como no llovía, hemos paseado por las cercanías al ayuntamiento, inclusive la fuente de Neptuno donada tras la caída del muro y una iglesia(a la que no hemos entrado) con una placita encantadora llena de ositos de peluche (el símbolo de la ciudad). Aprovechando el "buen" tiempo, hemos planificado el día de mañana (veremos Berlín oeste) mientras nos gastábamos el poco dinero que tenemos en cucharitas, imanes, banderas y camisetas de Berlín. Hemos tenido mucha suerte, y justo al acabar nuestras compras ha empezado a llover, asique hemos venido al hotel donde nos encontramos ahora.
Esta noche degustaremos la fiesta berlinesa a través de un tour para guiris que parte de una placita muy cerca de aquí. Mañana más y mejor.
Marta&Beatriz
martes, 26 de junio de 2007
Último día en Amsterdam y viaje a Berlín
El ultimo día debía de ser el mejor, pero nada más levantarnos descubrimos que no seria así puesto que la lluvia (torrencial) nos acompaño durante todo el día. Salimos a desayunar y en menos de cinco minutos parecía que acabáramos de salir de la ducha, asique decidimos meternos en un coffee-shop a que pasara el temporal.
Tras un par de horas de espera dejo de llover, e hicimos nuestra última visita al Dam, el Singel y al Barrio Rojo, sin saber lo que nos deparaba la siguiente cuidad. El día paso entre risas, recordando los maravillosos momentos que pasamos allí, y nos fuimos prontito a dormir porque había que madrugar.
Cuatro y media de la mañana, Marta se empeña en que ni nos va a dar tiempo e insiste en amanecer a horas a las que todavía ¡no han puesto las calles! Tras una gran lucha interna conseguimos salir de la cama, para darnos cuenta de que ¡¡¡¡¡aun no hemos hecho la maleta!!!!! Con un escándalo de maletas, armarios y portazos (sólo digno de apanoles) nos dispusimos a partir, no sin antes asombrarnos de que la pareja de chinos que dormía (en vaqueros y sin manta) a nuestro lado ni se había inmutado por el ruido. Una vez fuera de la habitación nos toco bajar las escaleras (que no era moco de pavo), pero por suerte conseguimos no bajarlas rodando. Ya en la calle, despertamos al señor de la recepción para que nos devolviera la fianza.
Llegamos a la Estación Central y cogimos (aunque parezca increíble) el tren adecuado. Por supuesto, no iba a ser todo tan simple, de hecho, la primera complicación llegó con la revisión de billetes. Beatriz ensenó el billete de la reserva de plazas, y la revisora, entre risas y un inglés indescifrable, nos pidió el del inter raíl, y nos dio la enhorabuena por ser tan hábiles.
Una vez montadas en el tren que nos conducía hasta Berlín (no sin antes recorrernos media estación hasta descifrar que el andén 2a y 2b eran el mismo), tuvimos que echar a un strujenbajen (alemán) que había decidido situarse en nuestro lindo sitio, aunque luego nosotras decidimos invadir el de delante (que tenía una mesita irresistible a los ojos de Marta). Tras una serie de cabezaditas y numerosas e incordiosas visitas de los revisores, me dirigí a por algo de picar y aunque pudiera parecer una tarea sencilla se complico más de lo esperado. En primer lugar tuve que enfrentarme a dos canadienses que opinaban que lo mejor para NO causar atasco en el pasillo era ponerse a sacar todo lo habido y por haber de sus macutos mientras se formaba una interminable cola tras de ellas. En segundo lugar, aparecieron una manada de niños que parecían sacados de un parque de atracciones empeñados en que lo mejor que podían hacer a las 10 de la mañana era ponerse a gritar como si de una matanza de cerdos se tratara. Por último, fui atropellada por un carrito con comida que (por supuesto) se dirigía hacia nuestro vagón por lo que me había recorrido 3/4 del tren para nada.
Marta&Beatriz
Tras un par de horas de espera dejo de llover, e hicimos nuestra última visita al Dam, el Singel y al Barrio Rojo, sin saber lo que nos deparaba la siguiente cuidad. El día paso entre risas, recordando los maravillosos momentos que pasamos allí, y nos fuimos prontito a dormir porque había que madrugar.
Cuatro y media de la mañana, Marta se empeña en que ni nos va a dar tiempo e insiste en amanecer a horas a las que todavía ¡no han puesto las calles! Tras una gran lucha interna conseguimos salir de la cama, para darnos cuenta de que ¡¡¡¡¡aun no hemos hecho la maleta!!!!! Con un escándalo de maletas, armarios y portazos (sólo digno de apanoles) nos dispusimos a partir, no sin antes asombrarnos de que la pareja de chinos que dormía (en vaqueros y sin manta) a nuestro lado ni se había inmutado por el ruido. Una vez fuera de la habitación nos toco bajar las escaleras (que no era moco de pavo), pero por suerte conseguimos no bajarlas rodando. Ya en la calle, despertamos al señor de la recepción para que nos devolviera la fianza.
Llegamos a la Estación Central y cogimos (aunque parezca increíble) el tren adecuado. Por supuesto, no iba a ser todo tan simple, de hecho, la primera complicación llegó con la revisión de billetes. Beatriz ensenó el billete de la reserva de plazas, y la revisora, entre risas y un inglés indescifrable, nos pidió el del inter raíl, y nos dio la enhorabuena por ser tan hábiles.
Una vez montadas en el tren que nos conducía hasta Berlín (no sin antes recorrernos media estación hasta descifrar que el andén 2a y 2b eran el mismo), tuvimos que echar a un strujenbajen (alemán) que había decidido situarse en nuestro lindo sitio, aunque luego nosotras decidimos invadir el de delante (que tenía una mesita irresistible a los ojos de Marta). Tras una serie de cabezaditas y numerosas e incordiosas visitas de los revisores, me dirigí a por algo de picar y aunque pudiera parecer una tarea sencilla se complico más de lo esperado. En primer lugar tuve que enfrentarme a dos canadienses que opinaban que lo mejor para NO causar atasco en el pasillo era ponerse a sacar todo lo habido y por haber de sus macutos mientras se formaba una interminable cola tras de ellas. En segundo lugar, aparecieron una manada de niños que parecían sacados de un parque de atracciones empeñados en que lo mejor que podían hacer a las 10 de la mañana era ponerse a gritar como si de una matanza de cerdos se tratara. Por último, fui atropellada por un carrito con comida que (por supuesto) se dirigía hacia nuestro vagón por lo que me había recorrido 3/4 del tren para nada.
Marta&Beatriz
Antes de marchar...
Aunque todavía no hayamos comenzado nuestro viaje, podemos empezar a deciros brevemente en qué consiste (según lo que nos hemos informado). Se trata de un billete que puedes comprar bien en una estación de trenes de largo recorrido ( Ej. Atocha), o bien por medio de una agencia de viajes, donde te van a cobrar unos 30€ por gestión. Puedes elegir el tipo de billete que más te convenga: de 16, 22 o 30 días. Los dos primeros se estructuran por zonas que elijas, mientras que el de 30 días abarca casi toda Europa. El de treinta días es el que nosotras hemos escogido (este año está en 399€), así que si queréis hacer alguno de los otros dos os tenéis que informar un poco más por vuestra cuenta, sorry! (el Google funciona debuti)
¿¿¡¡Que me llevo!!?? Pues la verdad es que nosotras tampoco lo tenemos muy claro, de todas formas a medida que vaya transcurriendo nuestro viaje os diremos que cosas sobran o faltan. De momento os damos una pequeña lista de cosas que llevar ( para un mes, cuidadito de no irse 15 días y llevarse cosas pá un mes, que aunque parezca que no, pesa que te mueres!).
Lista:
1.-Ropa: 3 pantalones cortos y otros 3 largos; 5 o 6 camisetas de manga corta; ropa interior...al gusto; un bañador/bikini por lo que pueda pasar; un jersey o dos( como mucho) y un abrigo ( no el de borreguillo!).De calzado: Unas botas de senderismo, unas deportivas cómodas y unas chanclas de río (esenciales para ducharse).
2.-Neceser: pues lo típico, cepillo ( de pelo y dientes); pasta de dientes; desodorante; colonia; crema solar y after sun; toallas de cuerpo y cabeza (abstenerse calvos), y por último, si podéis conseguir el champú y el gel de esos que te vienen en sobres, "pos" mucho mejor!
3.-Botiquín: analgésicos ( Ibuprofeno de toda la vida); antidiarreicos o laxantes (por si te vas por la patilla o por si llevas más peso del necesario); antialérgicos; materiales de cura ( tiritas pá las rozaduras..., gasas, betadine, etc.); repelentes de mosquitos; etc. En algunos sitios pone que lleves termómetro, aunque la mano funciona bastante bien. Si padeces alguna enfermedad crónica es aconsejable, a parte de llevar el medicamento correspondiente para un mes, llevar un informe médico, al igual que si prevés que tengas que usar algún medicamento inyectable( no olvides jeringuillas y agujas desechables). No olvides que el botiquín debe guardarse cerrado fuera del alcance de los niños.
4.-Documentos: D.N.I. y fotocopia ( por si el original se pierde); tarjeta de sanidad europea( se consigue en el I.N.S.S más cercano y te piden el D.N.I y tu tarjeta de la Seguridad Social); tarjetas bancarias y el billete de Inter-Rail. Si tienes carnet de conducir es aconsejable que lo lleves. También puedes sacarte en cualquier centro de juventud un carnet Joven y/o Alberguista que te facilitará la entrada a muchos sitios además de descuentos)
Además de esto, no te olvides de cosas como: cámara de fotos y/o video (¿que es un viaje sin fotos?); un teléfono móvil; los cargadores de ambos; gafas de sol; vaselina; gorra o sombreritos de esos "tan monos" con los que parecemos giris; costurero pequeñito con imperdibles; la guía que más te guste; saco y si piensas dormir en campings, la tienda.
Por el momento nada más, ya os iremos comentando.
Caminante no hay camino, se hace el camino a andar........ y mañana un poco más!.
Lara & Ana.
¿¿¡¡Que me llevo!!?? Pues la verdad es que nosotras tampoco lo tenemos muy claro, de todas formas a medida que vaya transcurriendo nuestro viaje os diremos que cosas sobran o faltan. De momento os damos una pequeña lista de cosas que llevar ( para un mes, cuidadito de no irse 15 días y llevarse cosas pá un mes, que aunque parezca que no, pesa que te mueres!).
Lista:
1.-Ropa: 3 pantalones cortos y otros 3 largos; 5 o 6 camisetas de manga corta; ropa interior...al gusto; un bañador/bikini por lo que pueda pasar; un jersey o dos( como mucho) y un abrigo ( no el de borreguillo!).De calzado: Unas botas de senderismo, unas deportivas cómodas y unas chanclas de río (esenciales para ducharse).
2.-Neceser: pues lo típico, cepillo ( de pelo y dientes); pasta de dientes; desodorante; colonia; crema solar y after sun; toallas de cuerpo y cabeza (abstenerse calvos), y por último, si podéis conseguir el champú y el gel de esos que te vienen en sobres, "pos" mucho mejor!
3.-Botiquín: analgésicos ( Ibuprofeno de toda la vida); antidiarreicos o laxantes (por si te vas por la patilla o por si llevas más peso del necesario); antialérgicos; materiales de cura ( tiritas pá las rozaduras..., gasas, betadine, etc.); repelentes de mosquitos; etc. En algunos sitios pone que lleves termómetro, aunque la mano funciona bastante bien. Si padeces alguna enfermedad crónica es aconsejable, a parte de llevar el medicamento correspondiente para un mes, llevar un informe médico, al igual que si prevés que tengas que usar algún medicamento inyectable( no olvides jeringuillas y agujas desechables). No olvides que el botiquín debe guardarse cerrado fuera del alcance de los niños.
4.-Documentos: D.N.I. y fotocopia ( por si el original se pierde); tarjeta de sanidad europea( se consigue en el I.N.S.S más cercano y te piden el D.N.I y tu tarjeta de la Seguridad Social); tarjetas bancarias y el billete de Inter-Rail. Si tienes carnet de conducir es aconsejable que lo lleves. También puedes sacarte en cualquier centro de juventud un carnet Joven y/o Alberguista que te facilitará la entrada a muchos sitios además de descuentos)
Además de esto, no te olvides de cosas como: cámara de fotos y/o video (¿que es un viaje sin fotos?); un teléfono móvil; los cargadores de ambos; gafas de sol; vaselina; gorra o sombreritos de esos "tan monos" con los que parecemos giris; costurero pequeñito con imperdibles; la guía que más te guste; saco y si piensas dormir en campings, la tienda.
Por el momento nada más, ya os iremos comentando.
Caminante no hay camino, se hace el camino a andar........ y mañana un poco más!.
Lara & Ana.
domingo, 24 de junio de 2007
Tercer día
Nos despertamos con una intensa lluvia que nos hizo decantarnos por aprovechar la mañana en ir a la estación para sacar los billetes que pasado mañana nos llevaran rumbo a Berlín. Habíamos madrugado con la finalidad de no tener que esperar colas, pero nos vimos sorprendidas con una marabunta que había tenido la misma ocurrencia que nosotras, por lo que tras coger número (el 427), nos decidimos a desayunar un típico pastel de salchichas de aquí con nuestro cafelito mientras veíamos pasar los números a paso de tortuga. Tras echar toda la mañana ahí, conseguimos salir a la 13, nos dispusimos a dar un paseo bajo la lluvia mientras continuábamos viendo esta encantadora ciudad que parecía ofrecernos un sin fin de posibles caminos entre canales y callejones, que nos iban mostrando los encantos más ocultos invisibles al ojo de los típicos turistas que no logran salir del barrio rojo.
Tras nuestra breve pero intensa visita al barrio chino, nos habíamos quedado con ganas de degustar algo típico de dicho barrio por lo que decidimos entrar en un restaurante que no parecía excesivamente caro (7€ el menú y 1.50€ un vaso de agua) y cuyo plato estrella consistía en unos mini (y tan mini) rollitos de primavera y un delicioso plato de pollo y arroz al curry.
La lluvia decidió darnos un respiro para evitar que cogiéramos una pulmonía, así que hicimos lo que mejor se nos da (ir de compras). Nos recorrimos todas las tiendas de guiris (cosa que por cierto nosotras NO somos) en busca del precio más barato. Nuestro objetivo era comprar una camiseta de la que nos habíamos enamorado a nuestra llegada, como costaba 15€ decidimos comprarla (a pesar de que la talla más pequeña era 7 veces Marta).
Nos fuimos a cambiar y a la llegada a nuestra habitación nos encontramos con nuestros compañeros mejicanos que estaban durmiendo la siesta. Nos hablaron de que ayer por la noche la fiesta se trasladaba a Rembrant plein, y que esta vez los bares cerraban tardiiiiiiiiiiiiiiiiiisimo (3 am).
Nos dirigimos allí, tras una breve parada en un ristorante italiano, y descubrimos el bar de moda, EL ESCAPE. Una cola infinitita inundaba toda la plaza con gentes dispuestas a pagar 30€ por dos horas y media de fiesta y una consumición. Puesto que nuestros bolsillos consideran 30€ todo un lujo, nos dirigimos al bar de al lado donde descubrimos el famoso libertinaje de esta ciudad.
Efectivamente, la fiesta duro mucho, a las 3 estábamos durmiendo, pero no sin antes habernos sorprendido con los múltiples piropos en suansin (holandés) que nos lanzaban. Además conocimos a unos simpatiquísimos franceses que descubrieron que no les eran muy gratos a los españoles tras eliminarnos en el mundial ( "dans la cope du monde? mais ouiiiii ").
Con esto y un bizcocho, hasta mañana a las ocho.
Marta & Beatriz
Tras nuestra breve pero intensa visita al barrio chino, nos habíamos quedado con ganas de degustar algo típico de dicho barrio por lo que decidimos entrar en un restaurante que no parecía excesivamente caro (7€ el menú y 1.50€ un vaso de agua) y cuyo plato estrella consistía en unos mini (y tan mini) rollitos de primavera y un delicioso plato de pollo y arroz al curry.
La lluvia decidió darnos un respiro para evitar que cogiéramos una pulmonía, así que hicimos lo que mejor se nos da (ir de compras). Nos recorrimos todas las tiendas de guiris (cosa que por cierto nosotras NO somos) en busca del precio más barato. Nuestro objetivo era comprar una camiseta de la que nos habíamos enamorado a nuestra llegada, como costaba 15€ decidimos comprarla (a pesar de que la talla más pequeña era 7 veces Marta).
Nos fuimos a cambiar y a la llegada a nuestra habitación nos encontramos con nuestros compañeros mejicanos que estaban durmiendo la siesta. Nos hablaron de que ayer por la noche la fiesta se trasladaba a Rembrant plein, y que esta vez los bares cerraban tardiiiiiiiiiiiiiiiiiisimo (3 am).
Nos dirigimos allí, tras una breve parada en un ristorante italiano, y descubrimos el bar de moda, EL ESCAPE. Una cola infinitita inundaba toda la plaza con gentes dispuestas a pagar 30€ por dos horas y media de fiesta y una consumición. Puesto que nuestros bolsillos consideran 30€ todo un lujo, nos dirigimos al bar de al lado donde descubrimos el famoso libertinaje de esta ciudad.
Efectivamente, la fiesta duro mucho, a las 3 estábamos durmiendo, pero no sin antes habernos sorprendido con los múltiples piropos en suansin (holandés) que nos lanzaban. Además conocimos a unos simpatiquísimos franceses que descubrieron que no les eran muy gratos a los españoles tras eliminarnos en el mundial ( "dans la cope du monde? mais ouiiiii ").
Con esto y un bizcocho, hasta mañana a las ocho.
Marta & Beatriz
sábado, 23 de junio de 2007
Segundo día
Después de un primer día un poco perdidas, decidimos sacar la guía y aunque parezca mentira conseguimos orientarnos.
Primero, hicimos una visita por el barrio judío, que empieza en la plaza del ayuntamiento, recogida por la ópera y la Iglesia de Moisés. Justo detrás se alza la mezquita y un mercadillo comparable al rastro madrileño. Las calles contiguas al mercadillo y el barrio judío forman el barrio del Jordán situado entre los canales de esta ciudad.
Llegados a este punto decidimos hacer una paradita para comer y nos sorprendió el libertinaje de la policía municipal, que no se asombraban de ver borrachos con porros en la mano cantando "papa was a Rolling Stone".
Después de nuestra parada culinaria (bastante decepcionante por cierto), un instinto de investigador privado se adueñó de nosotras, y descubrimos un cartel escrito en chino, así que, indudablemente, habíamos encontrado el barrio chino o soho. Las calles de dicho barrio son estrechas y entre ellas se vislumbra de lejos el barrio rojo.
Por la noche, decidimos probar suerte en la plaza que conocemos (donde hay algo que aquí se llama "fiesta"), y encontramos un bar lleno de "apanoles" (es que nosotros somos muy discretos), y decidimos pasar ahí la noche, bueno hasta la una, porque a la una no hay más fiesta.
Llegamos a casa y nos sorprendimos al conocer a nuestros nuevos compañeros de habitación, una pareja de mejicanos que creen que despertar a sus compañeras a las 3 de la mañana es la mejor opción.
Hasta mañana.
Marta&Beatriz
Primero, hicimos una visita por el barrio judío, que empieza en la plaza del ayuntamiento, recogida por la ópera y la Iglesia de Moisés. Justo detrás se alza la mezquita y un mercadillo comparable al rastro madrileño. Las calles contiguas al mercadillo y el barrio judío forman el barrio del Jordán situado entre los canales de esta ciudad.
Llegados a este punto decidimos hacer una paradita para comer y nos sorprendió el libertinaje de la policía municipal, que no se asombraban de ver borrachos con porros en la mano cantando "papa was a Rolling Stone".
Después de nuestra parada culinaria (bastante decepcionante por cierto), un instinto de investigador privado se adueñó de nosotras, y descubrimos un cartel escrito en chino, así que, indudablemente, habíamos encontrado el barrio chino o soho. Las calles de dicho barrio son estrechas y entre ellas se vislumbra de lejos el barrio rojo.
Por la noche, decidimos probar suerte en la plaza que conocemos (donde hay algo que aquí se llama "fiesta"), y encontramos un bar lleno de "apanoles" (es que nosotros somos muy discretos), y decidimos pasar ahí la noche, bueno hasta la una, porque a la una no hay más fiesta.
Llegamos a casa y nos sorprendimos al conocer a nuestros nuevos compañeros de habitación, una pareja de mejicanos que creen que despertar a sus compañeras a las 3 de la mañana es la mejor opción.
Hasta mañana.
Marta&Beatriz
viernes, 22 de junio de 2007
Valdemorillo por Europa
Somos dos jóvenes de Valdemorillo que vamos a emprender un viaje por Europa. Nuestra aventura durara del 3 al 29 de Julio. En este intervalo visitaremos desde París hasta Milán, pasando por Luxemburgo, Bruselas, Colonia, Ámsterdam, Hamburgo, Berlín, Praga, Frankfurt, Munich, Niza y Toulouse.
Si te interesa saber de nuestras peripecias y de cómo lograremos sobrevivir a pesar de que no entiendan nuestro espanglish; del hambre, frío o calor que pasemos; de que podamos ser aplastadas por nuestros propios macutos; de que nuestro cuerpo diga “¡necesito descansar!”;… seguidnos en valdemorillo.com.
Escribiremos frecuentemente para que puedas conocer Europa mientras te diviertes leyendo las aventuras de un viaje que esperamos sea inolvidable.
Lara&Ana
Si te interesa saber de nuestras peripecias y de cómo lograremos sobrevivir a pesar de que no entiendan nuestro espanglish; del hambre, frío o calor que pasemos; de que podamos ser aplastadas por nuestros propios macutos; de que nuestro cuerpo diga “¡necesito descansar!”;… seguidnos en valdemorillo.com.
Escribiremos frecuentemente para que puedas conocer Europa mientras te diviertes leyendo las aventuras de un viaje que esperamos sea inolvidable.
Lara&Ana
Primer día
De camino a recoger las maletas empezamos a preguntarnos si con la suerte que nos caracteriza habrian llegado a su destino o si por el contrario acabarian en Moscú. Una vez en la cinta comenzaron a salir miles de maletas de los mas originales colores entre los que , por supuesto, no se encontraban las nuestras...El panico se apoderó de nosotras hasta que porfin vimos aparecer el neceser de Marta (poco discreto)...
Ahora solo teniamos que llegar a Amsterdam Central Station, comprarmos los billetes y nos creimos realmente inteligentes por haber realizado una maniobra de semajante dificultad, con lo que segun nosotras todo estaba hecho, pero claro, no iba ser todo tan facil.... Una vez llegadas al anden descubrimos que de holandes teniamos unos conocimientos basicamente nulos por lo que tuvimos que echar a suertes el anden que deberiamos coger, con la suerte de encontrar a una panda de españoles a los que seguir (que como no se nos distingue a kilometros....).
Una vez en la estacion, Marta decidio que habia sido guia de Amsterdam en otra vida y ella sabia donde estaba todo, por lo que nos recorrimos la misma calle seis veces hasta que dimos con nuestro famoso hostal, que por cierto no tenia ninguna entrada logica!
Siguiendo las indicaciones de la guia (el libro, no marta) llegamos a la Dam, la unica plaza que recorreriamos por todos sus angulos hicieramos lo que hicieramos. La otra guia decia que debiamos guardar el mapa en la mochila y dejarnos llevar por las encantadoras calles de esta hipnotizante ciudad. Asi, recorrimos el canal de Singel adentrandonos en el mas que conocido BARRIO ROJOOOO, con el consiguiente escandalo de Marta al observar unos escaparates un tanto curiosos con mujeres y objetos varios ....
No podemos negar que luego nos echamos una siesta tipical spanish, que duro mas de lo previsto...
Ya por la noche, descubrimos que los suansin suansin (holandeses segun marta) eran un poco secos, pero aun asi graciosos.
Al llegar a nuestra habitacion, donde se encuentran una pareja de sudamericanos muy muy muy acaramelados, decidimos irnos a dormir cuanto antes para evitar asi cualquier sonido extrano, pero aun asi, no lo conseguimos, lo oimos.....
Hoy visitaremos el barrio del jordan y el barrio judio.
Hasta manana!
Marta & Beatriz
Ahora solo teniamos que llegar a Amsterdam Central Station, comprarmos los billetes y nos creimos realmente inteligentes por haber realizado una maniobra de semajante dificultad, con lo que segun nosotras todo estaba hecho, pero claro, no iba ser todo tan facil.... Una vez llegadas al anden descubrimos que de holandes teniamos unos conocimientos basicamente nulos por lo que tuvimos que echar a suertes el anden que deberiamos coger, con la suerte de encontrar a una panda de españoles a los que seguir (que como no se nos distingue a kilometros....).
Una vez en la estacion, Marta decidio que habia sido guia de Amsterdam en otra vida y ella sabia donde estaba todo, por lo que nos recorrimos la misma calle seis veces hasta que dimos con nuestro famoso hostal, que por cierto no tenia ninguna entrada logica!
Siguiendo las indicaciones de la guia (el libro, no marta) llegamos a la Dam, la unica plaza que recorreriamos por todos sus angulos hicieramos lo que hicieramos. La otra guia decia que debiamos guardar el mapa en la mochila y dejarnos llevar por las encantadoras calles de esta hipnotizante ciudad. Asi, recorrimos el canal de Singel adentrandonos en el mas que conocido BARRIO ROJOOOO, con el consiguiente escandalo de Marta al observar unos escaparates un tanto curiosos con mujeres y objetos varios ....
No podemos negar que luego nos echamos una siesta tipical spanish, que duro mas de lo previsto...
Ya por la noche, descubrimos que los suansin suansin (holandeses segun marta) eran un poco secos, pero aun asi graciosos.
Al llegar a nuestra habitacion, donde se encuentran una pareja de sudamericanos muy muy muy acaramelados, decidimos irnos a dormir cuanto antes para evitar asi cualquier sonido extrano, pero aun asi, no lo conseguimos, lo oimos.....
Hoy visitaremos el barrio del jordan y el barrio judio.
Hasta manana!
Marta & Beatriz
jueves, 21 de junio de 2007
Haciendo la maleta
La verdad es que nosostras pensábamos que hacer la maleta iba a ser coser y cantar, pero la verdad es que tuvimos más dificultades de las esperadas.
En un primer momento estábamos segurísimas de que, por supuesto, lo habíamos cogido todo, la cámara, el móvil, el tabaco...pero por supuesto, no fue así. En mi caso, tuve que volver desde Pozuelo a Valdemorillo a recoger todo lo que se me había olvidado que no era poco.
Tras el desastre de la maleta, tocaba irse a dormir porque a las 5 teníamos que estar en barajas pero, supongo que por los nervios fuimos completamente incapaces de conciliar el sueno, asique una vez en el avión el viaje se nos hizo bastante corto.
y finalmente, llegamos a Amterdam, nuestro primer destino.
continuará.
marta&beatriz
En un primer momento estábamos segurísimas de que, por supuesto, lo habíamos cogido todo, la cámara, el móvil, el tabaco...pero por supuesto, no fue así. En mi caso, tuve que volver desde Pozuelo a Valdemorillo a recoger todo lo que se me había olvidado que no era poco.
Tras el desastre de la maleta, tocaba irse a dormir porque a las 5 teníamos que estar en barajas pero, supongo que por los nervios fuimos completamente incapaces de conciliar el sueno, asique una vez en el avión el viaje se nos hizo bastante corto.
y finalmente, llegamos a Amterdam, nuestro primer destino.
continuará.
marta&beatriz
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