Presentación

Algunos jóvenes de Valdemorillo se lanzan a la aventura del ínter raíl por Europa. Algunos de ellos nos han propuesto publicar sus experiencias en Valdemorillo.com. No solo nos ha parecido muy bien, sino que desde la web hemos decidido ampliar la cobertura a todo aquel usuario que decida contar su relato de estas o pasadas vacaciones.

Si quieres contarnos tus paseos por la T4 de Barajas, lo guapo que era aquel holandés que te "roneó" en un bar de Playa de Aro, el timo que te hicieron en Estambul, o lo malos que son los conductores de Nápoles, solo tienes que mandar tus "letrillas" a viajeros@valdemorillo.com. Por favor, "buen rollito" que estamos de viaje, y lo breve y bueno, dos veces bueno. Que seáis felices.

domingo, 24 de junio de 2007

Tercer día

Nos despertamos con una intensa lluvia que nos hizo decantarnos por aprovechar la mañana en ir a la estación para sacar los billetes que pasado mañana nos llevaran rumbo a Berlín. Habíamos madrugado con la finalidad de no tener que esperar colas, pero nos vimos sorprendidas con una marabunta que había tenido la misma ocurrencia que nosotras, por lo que tras coger número (el 427), nos decidimos a desayunar un típico pastel de salchichas de aquí con nuestro cafelito mientras veíamos pasar los números a paso de tortuga. Tras echar toda la mañana ahí, conseguimos salir a la 13, nos dispusimos a dar un paseo bajo la lluvia mientras continuábamos viendo esta encantadora ciudad que parecía ofrecernos un sin fin de posibles caminos entre canales y callejones, que nos iban mostrando los encantos más ocultos invisibles al ojo de los típicos turistas que no logran salir del barrio rojo.

Tras nuestra breve pero intensa visita al barrio chino, nos habíamos quedado con ganas de degustar algo típico de dicho barrio por lo que decidimos entrar en un restaurante que no parecía excesivamente caro (7€ el menú y 1.50€ un vaso de agua) y cuyo plato estrella consistía en unos mini (y tan mini) rollitos de primavera y un delicioso plato de pollo y arroz al curry.

La lluvia decidió darnos un respiro para evitar que cogiéramos una pulmonía, así que hicimos lo que mejor se nos da (ir de compras). Nos recorrimos todas las tiendas de guiris (cosa que por cierto nosotras NO somos) en busca del precio más barato. Nuestro objetivo era comprar una camiseta de la que nos habíamos enamorado a nuestra llegada, como costaba 15€ decidimos comprarla (a pesar de que la talla más pequeña era 7 veces Marta).

Nos fuimos a cambiar y a la llegada a nuestra habitación nos encontramos con nuestros compañeros mejicanos que estaban durmiendo la siesta. Nos hablaron de que ayer por la noche la fiesta se trasladaba a Rembrant plein, y que esta vez los bares cerraban tardiiiiiiiiiiiiiiiiiisimo (3 am).

Nos dirigimos allí, tras una breve parada en un ristorante italiano, y descubrimos el bar de moda, EL ESCAPE. Una cola infinitita inundaba toda la plaza con gentes dispuestas a pagar 30€ por dos horas y media de fiesta y una consumición. Puesto que nuestros bolsillos consideran 30€ todo un lujo, nos dirigimos al bar de al lado donde descubrimos el famoso libertinaje de esta ciudad.

Efectivamente, la fiesta duro mucho, a las 3 estábamos durmiendo, pero no sin antes habernos sorprendido con los múltiples piropos en suansin (holandés) que nos lanzaban. Además conocimos a unos simpatiquísimos franceses que descubrieron que no les eran muy gratos a los españoles tras eliminarnos en el mundial ( "dans la cope du monde? mais ouiiiii ").

Con esto y un bizcocho, hasta mañana a las ocho.


Marta & Beatriz