Lo primero, explicar que estos días no hemos podido enviar nada porque apenas había ciber-cafés, y los que había eran muy caros, como este...
Pero intentaremos contaros, de forma ameno todo lo que hemos hecho y visto en este tiempo.
La verdad es que el otro día, en Rótterdam, no es que fuera lo mejor: llegamos a las 15, hacia mal tiempo, nuestro albergue estaba en el fin del mundo, etc., pero nos fuimos a visitar la ciudad. Pudimos comprobar que es muy industrial. A pesar de que estuvimos paseando toda la tarde por la ciudad, no encontramos ninguna plaza o monumento que realmente mereciera la pena, pero, en fin, para gustos los colores. Cuando llego la noche, todo cambio, conocimos a una guiri con la que compartimos habitación y nos fuimos a tomar algo.
Visto lo visto en Rótterdam, a la mañana siguiente salimos a primera hora, dirección Ámsterdam, la llegada fue dura, no encontrábamos albergue, no entendíamos los mapas y los makutos pesaban demasiado. Aun así conseguimos encontrar una especie de hotel (tiene 80 escalones en los que no te caben los pies), y comprar la tarjeta "I amsterdam", con lo que entras gratis en los museos y te hacen descuentos en multitud de sitios.
Visitando la ciudad, nos hemos encontrado con unos tunos de Córdoba con los que nos hemos ido de fiesta. Estuvimos en una plaza en la que había bastante fiesta en la calle.
Ayer ya nos hizo falta buscar una lavandería, pues por mucho jabón Lagarto, la ropa se ensucia. Después empezó cuesta visita a los museos, los paseos en barco y la visita de la ciudad. Fue en este momento, cuando nos dimos cuenta de que las casas están realmente torcidas, incluso apoyadas las unas en las otras. Puesto que todo cierra a las 18 p.m., nos hemos dedicado a pasear por la ciudad, una ciudad que merece la pena visitar, pero hay que ir con cuidado, ¡pues lo mismo te atropella un autobús, un coche, una bici que un tranvía!
Hoy continúa nuestra visita a Amsterdam.
Caminante no hay camino, se hace camino al andar...y mañana un poco mas
Lara&Ana