Presentación

Algunos jóvenes de Valdemorillo se lanzan a la aventura del ínter raíl por Europa. Algunos de ellos nos han propuesto publicar sus experiencias en Valdemorillo.com. No solo nos ha parecido muy bien, sino que desde la web hemos decidido ampliar la cobertura a todo aquel usuario que decida contar su relato de estas o pasadas vacaciones.

Si quieres contarnos tus paseos por la T4 de Barajas, lo guapo que era aquel holandés que te "roneó" en un bar de Playa de Aro, el timo que te hicieron en Estambul, o lo malos que son los conductores de Nápoles, solo tienes que mandar tus "letrillas" a viajeros@valdemorillo.com. Por favor, "buen rollito" que estamos de viaje, y lo breve y bueno, dos veces bueno. Que seáis felices.

martes, 3 de julio de 2007

Viaje a Paris


El día empezaba temprano y, al principio parecía que no acabaría nunca. Todo empieza en el aeropuerto de Barajas, en la T1, donde hay muchas colas muy largas que no sabes exactamente dónde van; así que te colocas en la que no es. Esto nos pasó 3 veces hasta que alguien caritativo, nos ayudó y coló detrás... Una vez en el avión, un enorme gabacho se sentó a nuestro lado.

Llegamos finalmente al aeropuerto Charles De Gaulle, un grandísimo caos que después de un par de llamadas conseguimos controlar un poquito, lo justo para llegar a casa de un amigo que nos ha acogido para pasar los primeros 4 o 5 días de nuestro viaje. Todo parecía controlado hasta que nos dimos cuenta de que nuestro amigo vive en las afueras de París. Hay que coger un minibús y el tren para llegar, que es un lío porque en un mismo andén paran varios trenes distintos destinos. Pese a todo pudimos ver un poco de París entre lluvia y lluvia y conseguimos enterarnos de cómo funcionaba la RER que es como el cercanías español. Visitamos el centro y, cansadas del ajetreado viaje, volvimos a casa de nuestro amigo.

Hoy hemos ido a París en el coche de una amiga. Una vez allí, hemos visitado las catacumbas de París (Les Corrières de Paris). La puerta de entrada no es muy fácil de encontrar pero una vez dentro encuentras una escalera de caracol que parece no terminar. Cuando ésta termina, recorres metros y metros de pasillos y encuentras miles y miles de huesos y calaveras asombrosamente bien colocadas. Éstos fueron trasladados desde el Cementerio de los Inocentes en el siglo XVIII por el excedente que tenían en él.

Tras esta ténebre visita, hemos parado a comer.

Luego hemos visto una misa, realmente emotiva, puesto que se realizaba en Notrê Dame, una catedral impresionantemente bella, se trata de una construcción gótica de 1163 situada en pleno Ile de France con coloridas vidrieras en su interior. Una vez fuera nos hemos dedicado a visitar las calles de París y a comer los típicos crêppes; planeado el día de mañana y nos hemos ido a casa pues mañana hay que madrugar.

Caminante no hay camino, se hace camino al andar...y mañana un poco más


Lara&Ana