Sentimos haberos tenido sin noticias de nuestro viaje, pero no hemos encontrado ningún sitio para mandaros nuestras peripecias, así que una vez aquí os contamos nuestros últimos días...
Una vez en Berna, cogimos un mapa y nos dirigimos al albergue, lo encontramos más fácilmente de lo habitual ya que esta vez pillaba cerca de la estación. Ya aparcados los makutos en la habitación, cogimos el mapa y fuimos a dar un paseo por las calles de la ciudad, a cenar algo y cansadas por el largo día, prontito a dormir.
Por la mañana, salimos para poder ver la ciudad a la luz del día, que la verdad es bastante bonita... En el mapa aparecía la catedral de estilo gótico, pero oyendo a un guía español con un grupo, pudimos oír que aunque la gente la llame catedral, en realidad es una colegiata edificada en el siglo XV y terminada en el XIX.
Vimos también una plaza llamada Bärenplatz desde la que se ve el Palacio Federal de Berna y vimos la casa de Albert Einstein situada en una de las calles más importantes de la ciudad.
Por la tarde, nos dirigimos de nuevo con los makutos a la estación para pasar la noche en el tren dirección Toulouse aunque ha tenido que ser sin camas porque nos querían cobrar 222 francos suizos (unos 143 €) por una cama en el tren!, asi que por 10 fr. hemos reservado un par de asientos.
Una vez en Toulouse, con el cuerpo destrozado, hemos visitado un poco la ciudad, puesto que por la tarde teníamos ya reservado el tren para volver a España. Lo primero que hicimos ha sido visitar la catedral, medio románica, medio gótica...muy bonita, pero con un makuto en la espalda, las cosas no se disfrutan igual. Aún así, como eran nuestras últimas horas de viaje, hemos paseado por las calles más entrañables del casco antiguo. Después fuimos a la estación para comer algo y coger el tren hacia Barcelona y de ahí a Madrid.
Caminante no hay camino, se hace camino al andar...Y pronto os contaremos más.